miércoles, 7 de febrero de 2007

El enojo entre los hermanos y prójimos

1. Causa de división
El enojo contra los hermanos o contra el Pastor, es en muchas ocasionezs causa de división en la iglesia. Gente que aunque tenga mucho tiempo en la iglesia, se enojan y causan división son gentes que no se dejan usar por Dios, sino por el diablo. Muchos se enojan porque las cosas no son como ellos piensan que deben ser. Hay quienes a todo lo que se hace le encuentran faltas, siempre se quejan y se enojan, como dice el dicho "no hacen ni dejan hacer. Con su conducta "insoportable" crean mal ambiente para los lideres y los demás hermanos. Siembran cizaña y vientos contrarios, en vez de edificar, destruyen.

2. Causa de fracaso y estorbo en nuestra relación con Dios
La Biblia nos enseña que debemos de mantener nuestras cuentas claras con todos. Especialmente nuestros hermanos. Dios no puede perdonar a nadie que no haya perdonado a su hermano, y aun también a su enemigo. Jesús dijo: 21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (Mateo 5: 21-24) El no tener las cuentas claras con nuestros semejantes nos puede impedir el que Dios acepte nuestra ofrenda. (Adoración, Oración, Alabanza, Cántico, Predicación, Enseñanza, Ministerio, Etc.) Como siervos de Dios, estamos llamados a mantenernos lejos del que se enoja fácil y del iracundo. (Proverbios 22:24), pero no debemos guardar rencor ni sentir ira ni enojo aun contra los que nos hacen mal. Meditemos las palabras de Jesús: Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:44-45a)

3. Dios perdona si perdonamos
Dios perdonará nuestras ofensas de acuerdo como nosotros perdonamos a los que nos deben. Cuando Jesús enseñó a orar a los discípulos les enseñó diciendo: "Padre... perdona nuestros pecados así como nosotros perdonamos a los que nos deben". La falta de perdón afecta nuestra comunión con Dios y dificulta que nuestras oraciones sean contestadas. Hebreos 12:14-16 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,(A) os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

4. ¿Puedo yo como cristiano enojarme?
El Cristiano está llamado a evitar toda clase de enojo (Efesios 4:31), pero si nos enojamos, debemos de evitar el pecar con nuestra actuación y debemos de no dar lugar al diablo sobre todas las cosas. Y que no se ponga el sol sobre nuestro enojo (Efesios 4: 26-27). "Airaos pero no pequéis": Significa estar en todo tiempo consciente de nosotros mismos y de nuestro llamado a una vida santa y espiritual, no haciendo nada indebido lo cual pueda poner nuestra relación espiritual en peligro. " No se ponga el sol sobre nuestro enojo": La Biblia nos habla acerca de ser como un niño para poder entrar al reino de los cielos. Debemos perdonar nuestras ofensas los unos a los otros. El enojo es contrario a la paz. Y a paz nos llamo el Señor con todos los hombres. "Si es posible en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres." Romanos 12:18. "Ni deis lugar al diablo": El no dar lugar al diablo significa el no permitir que nuestro enojo sea tan grande que demos lugar al diablo en nuestra vida y "que nos use" para hacer daño a nosotros mismos o aquellos que nos rodean. Buscad la Paz con todos: El enojo descontrolado es un comportamiento contrario a la Palabra de Dios y su requisito de que vivamos en paz, armonía, el amor, el sometimiento y dominio propio. Versos bíblicos que nos hablan del enojo: Proverbios 11:23 El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo. Proverbios 14:17 El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido. Proverbios 2224 No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma. Eclesiastés 7 9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.

¿Cuál debe ser nuestro comportamiento?
Aunque haya momentos cuando pensemos que tenemos razón para estar enojados y quizás hasta sintamos algún tipo de 'ira santa' como dicen muchos por el celo de Dios que hay en nosotros, lo cierto es que la Biblia nos ordena a que quitemos el enojo de nuestra vida (Efesios 4). En la historia de Jonás se nos dice que el se enojó con Dios porque Nínive fue perdonado, pero Dios le demostró que no debía estar enojado y que debía tener misericordia por las almas perdidas de aquella ciudad entre las cuales se encontraban lo que consideramos era una multitud de niños que "no sabían discernir entre su mano derecha y su izquierda". Nuestro sentir debe ser el mismo. El enojo demuestra que hay falta de misericordia y comprensión hacia nuestro prójimo (nuestro semejante) y aun indica la existencia de orgullo, soberbia y falta de agradecimiento hacia Dios en aquel (o aquella) que se enoja. El enojo es falta de compasión y piedad y adicionalmente a esto, muestra falta de madurez tanto emocional como espiritual en la persona. Debemos de crecer en el Señor y tomar ejemplo de nuestro Padre celestial. Tal como es Dios es así también debemos ser nosotros, "lentos para la ira y grande en misericordia". "Si es posible en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres." (Romanos 12:18).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que esto nos enseña a cuidarnos en este aspecto tan delicado.
Bendiciones