viernes, 25 de mayo de 2007

El Pescador

Era una mañana caliente en otoño. Saúl acababa de terminar su devocional que hacía cada mañana; respiró profundamente el aire fresco de la montaña. El sol se reflejaba de la superficie del lago. Del pórtico de la cabaña Saúl podía ver a su hermano en el muelle de barcos.

Saúl pregunto, “¿Qué estas haciendo Juan?”

Juan lo miró y contestó, “Estoy pescando.”

Saúl miró a su alrededor y vio que el palo de pescar y la caja de Juan estaban en el muelle junto a él. Junto a la caja estaba una cubeta de agua del lago. Saúl le preguntó, “No quieres decir que estas apunto de ir a pescar?”

Juan dijo, “No, ya he estado pescando por media hora”

Saúl trato de no reirse y dijo, “Juan, no tienes una lombriz en el gancho y el hilo ni siquiera esta en el agua, ¿cómo puede ser que estés pescando?”

Juan sonrió, “es simple, ves que tengo mi gorra para pescar y mi chaleco salvavidas. Cuando los pescados naden por aquí, verán a un pescador sentado en el muelle y saltarán fuera del agua y caerán en la cubeta.”

Saúl se rió, “¡Juan, no vas a atrapar a ningún pez así! Tienes que poner una lombriz en el gancho y aventar el hilo al agua.”

Juan respondió rápidamente, “No me gusta tocar las lombrices, me dan asco. Odio quitar los pescados del gancho porque aveces me pican sus aletas”

Saúl dejo de reirse, “Juan, nunca atraparás a ningún pez solo con esperar que vean que eres un pescador, necesitas meter el hilo al agua. Vamos, te ayudo.”

Algunos Cristianos tienen pensamientos parecidos cuando se trata de alcanzar a otros con las Buenas Nuevas de Jesucristo. Algunos cristianos pienzan que la gente va a ver que van a la iglesia, que le ayudan a otros, o tal vez leen “Amo a Jesús” en la etiqueta engomada del parachoques. Este tipo de gente cree que cuando otros vean que ellos son Cristianos, empezarán a venir a la iglesia. Aveces puede ser difícil hablar con la gente y compartir tu fe. Tú puedes tener miedo de que se burlen de ti. Jesús nos dijo que vayamos a todas partes y compartamos las buenas nuevas con todos.

Necesitamos estar preparados para compartir las buenas nuevas cada que tengamos una oportunidad. Nos podemos preparar con leer nuestras Biblia y orándole a Dios. También es importante que tengamos una iglesia a la que atiendas regularmente, en la que puedas compartir tu fe con otros. Así que conoce a otros alrededor de ti y comparte las buenas nuevas con ellos.

lunes, 21 de mayo de 2007

Cómo matar a tu Iglesia


En primer lugar; ¡No vengas!.
Si vienes, ¡Ven tarde! Al venir, ¡ven de mal humor!
Al salir de la iglesia, pregúntate: ¿Qué valía todo esto?

¡No aceptes nunca un cargo en la iglesia! Vale más seguir criticando a los demás.

¡Visita a las otras iglesias a cada rato para enseñarle al pastor que él no es quien te manda! Hay que guardar la independencia.

¡Haz que el pastor gane su dinero! ¡Deja que él haga todo el trabajo!.

Al acudir al templo, siéntate muy atrás, cerca de la puerta.
¡No cantes! O si cantas, ¡Canta bien destemplado!.
¡No des tus contribuciones por adelantado! ¡Espera por lo menos hasta haber recibido lo que tu dinero vale!
¡No animes al pastor! Si te gusta el sermón, ¡cállate! Pues muchos pastores se perjudican por causa de la adulación.
¡No permitas que la sangre de él esté sobre tus manos!.

¡Cuenta las faltas de tu pastor a todos los que te visiten! ¿Quién sabe si de otra manera ellos lo descubrirán?

¡No traigas nunca a nadie contigo a la iglesia!
No hagas nada para ganar a otros miembros nuevos; por lo menos mientras la congregación tenga tal pastor o tal liderazgo!

Si hay algunos miembros animados que sirven a su iglesia y que trabajan por ella, ¡No dejes de protestar contra esa asociación exclusiva!.
Si tu iglesia por mala fortuna es una iglesia feliz y armoniosa, condénala por su tibieza, indiferencia y falta de celo o por cualquier otra cosa.

Cooperando como se sugiere arriba, tú matarás por seguro a tu iglesia.

miércoles, 16 de mayo de 2007

El Capitán

El mar estaba muy picado hacía varios días.
La visibilidad era muy precaria. El capitán del enorme acorazado recomendó a su tripulación permanecer alerta.
- Por favor informe inmediatamente cualquier novedad. -ordenó con seguridad el capitán a su segundo-.
Tan pronto oscureció, uno de los marinos anunció:
- Atención, una luz está brillando hacia el norte.
- ¿Se está moviendo o está quieta? -preguntó el capitán. - ¡Se está moviendo! -respondió el segundo.
El capitán llamó al encargado de las señales yl e dijo:
- Avísele a esa embarcación que si sigue en esa dirección está en grave riesgo de estrellarse contra nosotros. Aconséjele que vire 20 grados hacia el este.
Como no hubo respuesta y la luz seguía acercándose el capitán decidió encargarse personalmente de la situación.
- Atención, atención. Habla el capitán de este gran acorazado. Le advertimos una vez más, cambie de curso o nos estrellaremos contra ustedes.
Háganlo ahora, insistió el capitán con firmeza.
Entonces una voz tranquila y segura le respondió:
Aquí habla el marinero Pérez. Acorazado, cambie usted su rumbo 20 grados hacia el este.
Al oír esto el capitán, ya salido de casillas y casi gritando, dijo:
- Por última vez marinero. Este es un barco de guerra, vire inmediatamente 20 grados hacia el este.
Y la respuesta que recibió fue:
Yo soy el encargado del faro y es usted es el que debe cambiar de curso, si no lo hace tendrá un accidente fatal.

A veces queremos que los demás cambien y hasta los amenazamos con estrellarnos. Es más fácil que tú cambies. Tú diriges tu barco. Ve a donde tú quieras y como todo buen capitán, sé flexible en la forma de construir los caminos. Escucha lo que los demás tengan que decir. Te puedes evitar una colisión.

Proverbios 11:2 "Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra: Mas con los humildes es la sabiduría"
Salmos 37:11 "Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz"
Mateo 11:29 "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas"
Isaías 57:15 "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados".

La Otra Mujer


Después de varios años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor.

Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.
"Tú sabes que la amas." Me dijo un día, tomándome por sorpresa. "La vida es demasiado corta, debes dedicarle tiempo." "¡Pero yo te amo a ti!" Protesté. "Lo sé. Pero también la amas a ella."
La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi MADRE, quien era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente.

Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine. "¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?" Me preguntó mi madre. Ella es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche, o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.
"Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo." Le respondí. "Los dos solos." Reflexionó sobre ello un momento. "Me agradaría muchísimo." Dijo.

Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba algo nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... Y ¡por Dios, cuando llegué a su casa, advertí que ella también estaba muy emocionada con nuestra cita. Me esperaba en la puerta con su abrigo puesto, se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último aniversario de boda, su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel. "Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas." Me comentó mientras subía a mi auto. "No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada."

Fuimos a un restaurante no muy elegante, pero sí acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera -La primera dama-. Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos solo veían grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios. "Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño." Me dijo. "Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor." Respondí. Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, solo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine. "Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar." Dijo mi madre cuando la llevé a casa. Asentí.

"¿Cómo estuvo tu cita?" Quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.
"Muy agradable... Mucho más de lo que imaginé." Contesté. Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada.

Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía:
"La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué 2 platos uno para ti y el otro para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. Te amo".

En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo: "TE AMO" y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales tiempo, porque ellos no pueden esperar.

Exodo 20:12 "Honra á tu padre y á tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da."

jueves, 10 de mayo de 2007

Excelencia en la manera de Actuar


INTRODUCCIÓN

La excelencia no es automática, se desarrolla. Dios no está esperando que seamos seres perfectos actuando perfectamente, pero si espera que nos esforcemos al 100% en obedecer todo lo que Él ha dicho. El espíritu de excelencia es justo eso: El espíritu que se propone “yo seré todo lo que Dios me ha escogido que sea para Su gloria”. Así que estamos ante el compromiso de buscar la superación personal cada día... Todo con su ayuda, todo para su gloria. Tú y yo hemos sido escogidos para la excelencia...

(Desarrollemos excelencia en nuestra manera de actuar)

I. DESARROLLEMOS EXCELENCIA ACTUANDO EN CONFORMIDAD CON JESUCRISTO MISMO (1-8).

A. Dios está cultivando en nosotros “un proceso formativo” de excelencia. (1-3)

1. En el AT, la vid es símbolo de Israel. Israel tenía el propósito de producir fruto, pero fracasó y por eso fue juzgada. [Sal 80:8-16, Is 5:1-7, Is 27:2-11, Jer 2:21, Ez 15, 17:3-10, 19:10-14, Os 10].

2. Jesús, la vid VERDADERA, en contraste con el fracaso de Israel. El Padre es el que cultiva la vid.

3. la corta, “quitar” = levantar del suelo, tomar arriba o afuera. Proceso correctivo para las ramas.

4. la poda, “limpiar”. Proceso formativo. Se le mantiene libre del crecimiento vano que no tienda a dar fruto.

5. ¡Dios ha hablado! ¿Acaso no estaremos ya destinados a la excelencia? (Cf. Gé 1, Hch 20:32, He 1:3, ¡¡¡ Jn 18:6 !!!)

B. Para actuar conforme a la excelencia para la que hemos sido escogidos debemos practicar la unidad con Cristo. (4-6)

1. Esta permanencia no se refiere a salvación. El contexto es de discipulado fructífero.

2. De la vid depende si finalmente la rama da fruto. La vida procede de la vid; de las ramas con vida, los frutos.

3. A las ramas (discípulos) corresponde permanecer en el Señor: relación de obediencia para dar fruto.

4. Las ramas de la vid, una vez secas, no sirven sino para atizar el fuego. Ez 15:1-5

5. No tratemos de fructificar a nuestro antojo, separados de la Vid. Os 10:1-2

C. ¿Cómo saber si andamos en conformidad con Jesucristo? (7-8)

1. Cuando como resultado de permanecer en Su Palabra damos mucho fruto.

2. La permanencia en La Palabra es la base para practicar la unidad con Cristo.

3. La Palabra es fuente de oraciones adecuadas.

4. La petición de oración tiene límites: Aquí, dar fruto en nuestra relación con Cristo.

5. Se podría decir que cuánto más fruto llevemos, más discípulos somos.

6. Evaluemos nuestro estándar de excelencia en todo lo que hacemos a la luz del fruto descrito en Gálatas 5:22-26.

7. Un estándar de comportamiento así allana el camino para el evangelismo (Cf. 2 Ti 2:22-26, Tit 2:6-8).

(Desarrollamos excelencia en la manera de actuar cuando actuamos en conformidad con Cristo, así también... )

II. DESARROLLEMOS EXCELENCIA ACTUANDO EN CONFORMIDAD CON EL AMOR DE JESUCRISTO (9-17).

A. ¿Cómo permanecemos en el amor de Jesucristo? (9-15)

1. Obedeciendo su mandamiento de amarnos unos a otros.

2. No es “cualquier” amor, sino “mi amor”, el amor de Cristo. No aceptemos sustitutos.

3. Nuestra amor (amistad) por Jesucristo se muestra obedeciendo su mandato de amarnos unos a otros.

4. Permanecemos en el amor de Cristo cuando tenemos “cuentas claras” con nuestros amigos.

B. Jesucristo nos llamó a la excelencia mandándonos que nos amemos unos a otros. No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.

1. Los discípulos por lo general escogen el maestro con el cual quieren ser identificados, pero ese no fue el caso con los discípulos de Jesucristo. Él mismo fue quien escogió a sus discípulos, para el propósito de que llevaran fruto.

2. No somos elegidos para placer y orgullo sino para servir.

3. Con frecuencia escuchamos oraciones de alguien pidiéndole a Dios que le haga fructífero. Pero aquí es a la inversa. Jesucristo nos pide a nosotros que seamos fructíferos.

4. Jesús ya nos capacitó para dar fruto (v. 3). Entonces no se trata de que le pidamos a Dios para ser fructíferos, sino que primero seamos fructíferos y después pidámosle a Dios todo aquello que es en conformidad con Su Palabra.

5. Nuevamente, la petición de oración tiene límites: Aquí, dar fruto en nuestra relación unos con otros.

(Desarrollemos excelencia en la manera de actuar obedeciendo la Palabra de Cristo y amándonos unos a otros)

APLICACIONES:

1. Evaluemos si todo lo que hacemos lo hacemos por obediencia y en base a la Palabra.

2. Evaluemos si todo lo que hacemos lo hacemos por amor a Cristo y a los demás, sin motivaciones egoístas.

3. Evaluemos si todo lo que hacemos lo hacemos humildemente, sin buscar ser vistos por los hombres, sin buscar vanagloria.

4. Evaluemos si todo lo que hacemos lo hacemos con gozo, buscando honrar al Señor.

5. Evaluemos si todo lo que hacemos lo hacemos... esforzándonos al 100% para permitir que Dios haga con nosotros todo conforme al llamado a que seamos excelentes.

martes, 8 de mayo de 2007

Excelencia en la manera de Hablar

INTRODUCCIÓN
¿Te has puesto a pensar que harías en caso de que... alguien te insultara... te despidieran de tu trabajo sin justificación alguna... alguien venga con un chisme... el grupo escoja hacer algo diferente a tu deseo... tu jefe o tu profesor dijera públicamente un buen cumplido de ti...? ¡QUIEN FUERA PERFECTO! (St. 3:3) Un hombre prudente es aquel que es capaz de disciplinar sus pasiones, sus pensamientos, sus palabras y sus acciones, porque se ha sometido a sí mismo a un "sistema de curso de acción". En otras palabras, para comenzar, él sabe "que decir en caso de..."
(Aprendamos, entonces, la importancia de la prudencia para saber "qué decir en caso de...)

I. LA EXCELENCIA EN LA MANERA DE HABLAR SE BASA EN LA ENSEÑANZA BÍBLICA (1-10)
A. No hay prudencia sin enseñanza, no hay enseñanza sin doctrina.

1. Notar la cantidad de veces que aparece la idea de "enseñanza" y "doctrina": 15

2. Ser prudente es sinónimo de ser sensato, discreto, razonable, formal, juicioso, moderado y, en el caso particular de las mujeres, ser casta y decente.
3. La lengua de los sabios destila conocimiento; la boca de los necios escupe necedades. Pr. 15:2

4. Los labios de los sabios esparcen conocimiento; el corazón de los necios ni piensa en ello. Pr 15:7 Cf. Mt 12:33-37

B. La prudencia es una cualidad que todos podemos aprender.

1. Los ancianos (v2) moderados, respetables, Sensatos e íntegros en la fe, en el amor y en la constancia.

2. Las ancianas (v3-5) reverentes en su conducta, no calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno y ACONSEJAR a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser Sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios.

3. Los jóvenes v6-8) Sensatos. Con tus buenas obras, dales tú mismo ejemplo en todo. Enseñanza con integridad y seriedad, mensaje sano e intachable. Así se avergonzará cualquiera que se oponga.

4. Los empleados (v9,10) someterse en todo a sus amos, a procurar agradarles, a no ser RESPONDONES, a no robarles, sino a demostrar que se puede confiar en ellos plenamente, para que en todo hagan honor a (hagan atractiva) la enseñanza acerca de Dios nuestro Salvador.
(El "que decir en caso de..." deberíamos basarlo en la doctrina bíblica, sin olvidar que...)

II. POR GRACIA DE DIOS PODEMOS DESARROLLAR EXCELENCIA EN LA MANERA DE HABLAR. (11-14)

A. Dios, con su gracia...
1. Nos salva.

2. Nos enseña.

3. Nos capacita a vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio mientras Él viene.

B. Jesucristo, con su entrega...

1. Nos rescató de toda maldad.

2. Nos purificó... nos escogió para la excelencia.
(El "que decir en caso de..." debería estar basado en la doctrina bíblica, ya que es por la gracia de Dios que podemos aprenderlo.)

III. MODELEMOS EXCELENCIA EN LA MANERA DE HABLAR (15).
A. Repetición: No hay prudencia sin doctrina. (v15)
B. Con autoridad y sin miedo a ser menospreciados...

1. ¿Hasta que punto la gente por lo general le da importancia a mis palabras / enseñanza?

a) ¿Demuestro por lo general buen sentido común?

b) ¿Respeta por lo general la gente los comentarios míos?

2. La respuesta amable calma el enojo. (Pr. 15:1)

3. La lengua que brinda consuelo es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu. (Pr. 15:4)

4. Las malas compañías (conversaciones) corrompen las buenas costumbres. (1 Co 15:33)

5. En las muchas palabras no falta pecado. (Pr 10:19)

6. Piensa antes de hablar. Un pensar excelente lleva a un hablar excelente.

7. Hablemos lo que es agradable. (Pr 10:32)

8. Hablemos lo que edifica. (Ef 4:29)


CONCLUSIÓN
Una persona excelente en la manera de hablar es la que ha dado lugar a pensar primero conforme a las Enseñanzas Bíblicas para dar lugar después a la gracia de Dios en su manera de hablar. El ya sabe "que decir en caso de..." porque lo ha aprendido de la Biblia y se esfuerza en la gracia de Dios para hablar prudentemente. Y tú, ¿estás aprendiendo a ser excelente en la manera de hablar?

Excelencia en la manera de pensar


Aristóteles dijo: “Nosotros somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia, por lo tanto, no es un acto, sino un hábito.” Lo que te has propuesto como meta alcanzar hoy, será lo que llegarás a ser mañana. Maxwell, un famoso psicólogo sostenía que “Lo que marca a una persona para la excelencia es la actitud. Los seres humanos pueden cambiar sus vidas si cambian las actitudes en sus mentes. Lo único en mi vida sobre lo cual tengo control absoluto es mi actitud mental... los pensamientos presentes determinan mi futuro.” (La excelencia no es automática, se desarrolla. De ahí la importancia de comenzar a dar pasos que nos lleven a la excelencia...)

I. ESCOJAMOS LA BIBLIA COMO FUENTE PARA NUESTROS PENSAMIENTOS.
Todo pensamiento tiene un origen:

1. Pensamientos negativos atraen pensamientos negativos.

2. Pensamientos positivos atraen pensamientos positivos.

3. Pensamientos negativos pueden ser sustituidos por positivos, y viceversa.

4. ¡Todo depende de la fuente de los pensamientos!

5. Cada día recibimos más de 1600 estímulos de fuentes tales como propagandas, anuncios, noticias, comentarios; en la casa, en la calle, en el trabajo, en el centro de estudios...

6. ¡Más vale que escojamos la mejor fuente de pensamientos... La Biblia! (2 Ti 3:16-17 Cf He 5:14)
7. Necesitamos estar basados en las Escrituras y al mismo tiempo suficientemente enterados de lo que está pasando en el mundo físico a nuestro alrededor.

8. Todos los días: Lee tu Biblia, lee el periódico, vuelve a leer tu Biblia.

9. Entendidos en los tiempos, como los hijos de Isacar en 1 Cr 12:32: Necesitamos llegar a estar conscientes de lo que está sucediendo en el mundo y luego evaluar la información recibida a la luz de la Biblia para que podamos tener la respuesta correcta.

10. Si pensamos correctamente, comenzaremos a responder correctamente... ¡Y la Biblia es la fuente que necesitamos para nuestros pensamientos!
(“Con Biblia en mano”...)

II. DESARROLLEMOS EXCELENCIA EN NUESTRA MANERA DE PENSAR. (FIL 4:8)
A. CONSIDEREN BIEN... PENSAD, MEDITAD
1. todo lo verdadero:
2. todo lo respetable: honesto, digno

3. todo lo justo: recto

4. todo lo puro:

5. todo lo amable: agradable

6. todo lo digno de admiración: de buen nombre, honorable, de buena fama
7. en fin, todo lo que sea excelente: si hay virtud alguna

8. o merezca elogio: digno de alabanza

B. Dios nos ha escogido para la excelencia.
1. Si entregamos nuestra mente a Dios, sin duda nuestra mente será protegida por Él (2 Co
10:4-5, “fortalezas” aquí son intelectuales, no espirituales satánicas como muchos deducen).

2. Un espíritu de excelencia en nuestra manera de pensar puede abrir innumerables oportunidades para el bien y cerrar de un trancazo las oportunidades a los problemas y a las heridas.

3. Si permitimos que el Espíritu Santo aplique la Palabra de Dios en nuestra mente, podremos derrotar las cosas que nos dominan, y así se pondrá en evidencia que somos de Jesucristo.
(Tú y yo hemos sido escogidos por Dios para ser excelentes, y el primer paso es desarrollar excelencia en la manera de pensar. Aquí algunas maneras prácticas para ir desarrollando ese hábito...)

III. APLICACIONES:
A. No tengas un concepto de ti mismo más alto que el que debes tener, sino más bien piensa de ti mismo con moderación y humildad. (Ro 12:3)

B. No te menosprecies, sino sé ejemplo en todo lo bueno. (1 Ti 4:12)
C. Piensa lo mejor de los demás, porque para los puros todo es puro, sin embargo los impuros ven malas intenciones en todo (Tit 1:15).

D. No permitas que tu mente se exponga a podredumbre escuchando chismes (Cf. Pr 18:8, 26:22).

E. Haz un pacto con tus ojos para que la TV o cualquier otra posible fuente de inmoralidad no controle tu vida (Job 31:1) (Por ejemplo, en casa limitamos los canales y el tiempo para ver TV, de hecho, hemos decidido que los lunes nadie ve.)

F. Lee buenos periódicos, revistas y libros, no los amarillistas ni los promotores de inmoralidad.

CONCLUSIÓN
Dios no está esperando que seamos seres perfectos actuando perfectamente, pero si espera que nos esforcemos al 100% en obedecer todo lo que Él ha dicho. El espíritu de excelencia es justo eso: El espíritu que se propone “yo seré todo lo que Dios me ha escogido que sea para Su gloria”. Así que estamos ante el compromiso de buscar la superación personal cada día... Todo con su ayuda, todo para su gloria. Tú y yo hemos sido escogidos para la excelencia: Desarrollemos excelencia en nuestra manera de pensar.