martes, 8 de mayo de 2007

Excelencia en la manera de pensar


Aristóteles dijo: “Nosotros somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia, por lo tanto, no es un acto, sino un hábito.” Lo que te has propuesto como meta alcanzar hoy, será lo que llegarás a ser mañana. Maxwell, un famoso psicólogo sostenía que “Lo que marca a una persona para la excelencia es la actitud. Los seres humanos pueden cambiar sus vidas si cambian las actitudes en sus mentes. Lo único en mi vida sobre lo cual tengo control absoluto es mi actitud mental... los pensamientos presentes determinan mi futuro.” (La excelencia no es automática, se desarrolla. De ahí la importancia de comenzar a dar pasos que nos lleven a la excelencia...)

I. ESCOJAMOS LA BIBLIA COMO FUENTE PARA NUESTROS PENSAMIENTOS.
Todo pensamiento tiene un origen:

1. Pensamientos negativos atraen pensamientos negativos.

2. Pensamientos positivos atraen pensamientos positivos.

3. Pensamientos negativos pueden ser sustituidos por positivos, y viceversa.

4. ¡Todo depende de la fuente de los pensamientos!

5. Cada día recibimos más de 1600 estímulos de fuentes tales como propagandas, anuncios, noticias, comentarios; en la casa, en la calle, en el trabajo, en el centro de estudios...

6. ¡Más vale que escojamos la mejor fuente de pensamientos... La Biblia! (2 Ti 3:16-17 Cf He 5:14)
7. Necesitamos estar basados en las Escrituras y al mismo tiempo suficientemente enterados de lo que está pasando en el mundo físico a nuestro alrededor.

8. Todos los días: Lee tu Biblia, lee el periódico, vuelve a leer tu Biblia.

9. Entendidos en los tiempos, como los hijos de Isacar en 1 Cr 12:32: Necesitamos llegar a estar conscientes de lo que está sucediendo en el mundo y luego evaluar la información recibida a la luz de la Biblia para que podamos tener la respuesta correcta.

10. Si pensamos correctamente, comenzaremos a responder correctamente... ¡Y la Biblia es la fuente que necesitamos para nuestros pensamientos!
(“Con Biblia en mano”...)

II. DESARROLLEMOS EXCELENCIA EN NUESTRA MANERA DE PENSAR. (FIL 4:8)
A. CONSIDEREN BIEN... PENSAD, MEDITAD
1. todo lo verdadero:
2. todo lo respetable: honesto, digno

3. todo lo justo: recto

4. todo lo puro:

5. todo lo amable: agradable

6. todo lo digno de admiración: de buen nombre, honorable, de buena fama
7. en fin, todo lo que sea excelente: si hay virtud alguna

8. o merezca elogio: digno de alabanza

B. Dios nos ha escogido para la excelencia.
1. Si entregamos nuestra mente a Dios, sin duda nuestra mente será protegida por Él (2 Co
10:4-5, “fortalezas” aquí son intelectuales, no espirituales satánicas como muchos deducen).

2. Un espíritu de excelencia en nuestra manera de pensar puede abrir innumerables oportunidades para el bien y cerrar de un trancazo las oportunidades a los problemas y a las heridas.

3. Si permitimos que el Espíritu Santo aplique la Palabra de Dios en nuestra mente, podremos derrotar las cosas que nos dominan, y así se pondrá en evidencia que somos de Jesucristo.
(Tú y yo hemos sido escogidos por Dios para ser excelentes, y el primer paso es desarrollar excelencia en la manera de pensar. Aquí algunas maneras prácticas para ir desarrollando ese hábito...)

III. APLICACIONES:
A. No tengas un concepto de ti mismo más alto que el que debes tener, sino más bien piensa de ti mismo con moderación y humildad. (Ro 12:3)

B. No te menosprecies, sino sé ejemplo en todo lo bueno. (1 Ti 4:12)
C. Piensa lo mejor de los demás, porque para los puros todo es puro, sin embargo los impuros ven malas intenciones en todo (Tit 1:15).

D. No permitas que tu mente se exponga a podredumbre escuchando chismes (Cf. Pr 18:8, 26:22).

E. Haz un pacto con tus ojos para que la TV o cualquier otra posible fuente de inmoralidad no controle tu vida (Job 31:1) (Por ejemplo, en casa limitamos los canales y el tiempo para ver TV, de hecho, hemos decidido que los lunes nadie ve.)

F. Lee buenos periódicos, revistas y libros, no los amarillistas ni los promotores de inmoralidad.

CONCLUSIÓN
Dios no está esperando que seamos seres perfectos actuando perfectamente, pero si espera que nos esforcemos al 100% en obedecer todo lo que Él ha dicho. El espíritu de excelencia es justo eso: El espíritu que se propone “yo seré todo lo que Dios me ha escogido que sea para Su gloria”. Así que estamos ante el compromiso de buscar la superación personal cada día... Todo con su ayuda, todo para su gloria. Tú y yo hemos sido escogidos para la excelencia: Desarrollemos excelencia en nuestra manera de pensar.

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