lunes, 18 de junio de 2007

Carta a Papá


De niño tan seguro me sentía de tu mano, que el tan solo perderme por segundos, me hacía sentir como un velero en tormenta.
Más el tiempo fue pasando y mi cuerpo fue creciendo, terminé siendo un adolescente el cual odiaba el tener que agarrarte de la mano, por miedo de lo que otras personas pensaran o que me llamaran niño, más mi intelecto mucho lo sabía, un gran sabio me creía, que tus consejos menospreciaba pensando que tu nada sabías.
Pasé la etapa de adolescente a adulto, mis ocupaciones y mi trabajo, de tu lado me despegaron, tiempo alguno no tuve para disfrutar de tu compañía, como aquellos viejos días que entre cuentos y pescados veíamos transcurrir el día.
Ahora soy padre y mucho comprendo lo que tu sentías el tratar de ser mi amigo eso es lo que tu pedías, en mi ignorancia e inexperiencia pude haber aprovechado mucho mas de tu sabiduría y estoy cien por ciento seguro que en estos aprietos que estoy ahora, no lo estaría, y a la vida le sonreiría.
Gracias por tus enseñanzas, padre, que trataré de pasárselas a mis hijos algún día.

No hay comentarios.: